febrero 01, 2010

Mi padre en Rouen!






Es difícil resumir los días que hemos pasado juntos Mario, Luis y yo. Más que nada, porque han dado para mucho! Y me ha encantado tenerle aquí, en nuestra casita... aunque apretujados, yo creo que hemos estado muy bien!
El jueves llegó papá a Orly, en París. Allí estaba yo para recogerle. Luis nos esperaba en casa, preparando una suculenta (y deliciosa, como siempre!!!) tortilla de patatas maison (of course!!). A pesar de que era tarde, no pude resistir la tentación y abrí todos los regalos que me traía papá en la maleta. Sobra decir que me han ENCANTADO!!!!!!!! Todos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! La ropa me queda genial, el collar me encanta y el lomito ibérico está en peligro de extinción! Jajaja! Próximamente le haré fotos porque no tiene "esperdisio".

El viernes Luis se fue a levantar el país y mi padre y yo hicimos lo propio, yendo de excursión por la lluviosa ciudad. Sin paraguas, la primera parada hasta el Museo de Bellas Artes parecía todo un reto. Así que ni cortos ni perezosos (bueno, eso tal vez un poco... pero solo un poco!), llamamos a Radio Taxi y cinco minutos después estábamos regateando las entradas del museo. Cuadros sueltos de Velázquez, Delacroix, Rembrant... y muchos impresionistas, como era de esperar, así como de pintores locales menos reconocidos (pero no por ello "peores"; hubo uno, un tal Blanche, que me llamó bastante la atención).

Después de tanta agitación cultural, nos fuimos de tiendas. Si no visitamos 20 zapaterías, en búsqueda y captura de unas botas para mis pies congelados, no vimos ninguna! Por desgracia, las rebajas hacen estragos... y yo que calzo un 37, número banal entre las mujeres, no facilito la labor. El caso es que solo había de 36 para abajo... o de 39 en adelante!!

Luego comimos en un muy recomendable restaurante, www.vieux-carre.fr, que además es Hotel y Salón de Té. Acompañados por la Alcaldesa de Rouen y toda la corte de concejales, disfrutamos mucho de las especialidades normandas.

Por la tarde, jugamos los tres al Citadelle (vaya vicio que hemos cogido, Luis!!!) y después, por la noche, dimos una vuelta por el Vieux Marché. Cenamos de japo y de kebap (adivináis quién es quién? I bet!) y nos fuimos a dormir. Hacía una noche espectacular: la luna, el cielo raso, el aire seco y cortante... A la mañana siguiente, como era de esperar, estaba todo un poco nevado. Aún así, hacía un día muy bonito y nos fuimos, como habíamos planeado, de excursión hacia las Abadías del Valle del Sena.

Hizo un día espectacular. Primero vimos la Abadía de Jumieges, unas ruinas impresionantes a 22 km de Rouen. Comimos en otro sitio muy recomendable, a orillas del Sena, L'auberge du Bac. Por la tarde, con la caída del Sol, visitamos la Abadía de St. Georges de Boscherville, a unos 10 km de Rouen. Esta abadía está muy bien conservada y cuenta con unos jardines impresionantes, desde los cuales la panorámica sobre el valle del Sena transmite una paz increíble. Después de la visita, nos tomamos un café en el típico bar de la esquina, donde jugamos al dominó (papá... ganó, claro!).
Y ya el domingo nos preparamos para la visita a París. Comimos con papá en el aeropuerto y a eso de las 4, nos fuimos a París. Esperamos que te lo hayas pasado bien, papá! Tanto como nosotros contigo!!!


2 comentarios:

  1. q xulas las fotosssssssssssss estoy desenando irrrrrrrrrrrr jijijiji

    Luz

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  2. PI-churrina!! Qué pasaaaaaaa!!! Pues nosotros estamos deseando que vengas! ;) Sobre todo Luis, para picarse contigo!!! Jajajaja! Ayer os llamé y di con personne! Llamé a papá, llamé a mamá... nadie me cogiooo ohhh qué pena!!! Weno amparanoia mia, te dejo que hace un día BRUTAL et il faut en profiter!!

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